Hace mucho tiempo que no te cuento nada sobre las aventuras bilingües de nuestra pequeña princesa. Releyendo los artículos más antiguos, veo que hablaba todo el tiempo en términos de «pequeña bilingüe en construcción»; y lo que fue cierto en un momento dado se ha vuelto ahora inexacto. Porque hoy podemos decir que se trata de una niña de casi 7 años «perfectamente trilingüe» (francés – catalán – español) y que poco a poco empieza a integrar el inglés como lengua extranjera. Por lo tanto, podemos atestiguar que la «construcción» se ha llevado a cabo de manera positiva.
Sé muy bien que no podemos hacer una generalización sobre un caso, especialmente si consideramos que en la historia de los niños bilingües simultáneos hay toda una serie de factores internos y familiares que hacen que cada situación sea única y singular:
– pareja mixta o no,
– mudanzas frecuentes que se dan en parejas de expatriados de la misma nacionalidad,
– los vínculos con la familia que queda en el país de uno de los padres,
– personalidad de cada niño,
– tipo de educación
– hermanos o hijo único
– el modo de vida de la familia
– etc.
Sabéis que aquí, en este blog, me gusta dar mi opinión y mi experiencia como madre, como observadora y como actriz en la vida de esta niña que nació con y en varios idiomas. A pesar de que los idiomas son mi herramienta de trabajo y a pesar de tener una formación en lingüística y traducción, no pretendo aquí daros pura y exclusivamente datos científicos.
¿Por qué no?
PORQUE LA VIDA DIARIA DE UN NIÑO BILINGÜE ES BASTANTE IGUAL A LA DE OTRO… O CASI.
El tema que quiero plantear hoy es…
… ¿CÓMO INFLUYE EL CRECER Y DESARROLLARSE EN VARIOS IDIOMAS DESDE UNA EDAD MUY TEMPRANA EN EL DESARROLLO DE ESTOS NIÑOS?
⇒ Estos niños suelen estar acostumbrados a moverse de un entorno a otro sin problemas. Su conciencia del mundo es diferente porque es la imagen misma de lo que experimentan en casa.
Los niños lo dirían así: Yo nací aquí pero no mi mami, cambiamos de país por el trabajo de mami y papi, mis abuelos no viven aquí…
⇒ También tienen una mente abierta que llega, probablemente, con más rapidez que en el caso de un niño monolingüe.
Los niños lo dirían así: no somos todos iguales, aquí hablamos este idioma pero cuando voy al país de mi madre hablamos otro idioma, hay muchos países en el mundo…
⇒ Pasar de una actividad a otra en un corto período de tiempo no es un problema para ellos y su nivel de concentración no se ve afectado. Su cerebro es flexible y no funciona de la misma manera que el cerebro de un niño monolingüe.
⇒ La sensibilidad lingüística de estos niños también aumenta. Desde una edad muy temprana y aunque no puedan «nombrar» los idiomas, saben que hay miles de idiomas en el mundo y a menudo se interesan por los idiomas que habla la gente.
Los niños lo dirían así: ¿cómo habla este señor, mami? Aquí, mamá, hablan como tú y como yo…