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Autora de una guía de viajes: Petit Futé Baleares 2016

Autora guía de viajes Petit Futé : Baleares 2016

Pronto hará un año que recibí una llamada de la dirección de las guías de viaje Petit Futé (editorial francesa de turismo). Me contactaron para proponerme ser la autora de la Country Guide dedicada a las Islas Baleares para la edición 2016. En un primer momento no supe si responder afirmativamente o no puesto que era un tipo de trabajo que no había realizado nunca aunque bien es cierto que mi empresa Artilingua se ha desarrollado, en parte, gracias a mis trabajos de traducción y de redacción para actores del turismo en las Baleares o actores turísticos en Francia que venden las Baleares. En definitiva, conocía bien el terreno, soy capaz de explicar algo de la historia de las islas, hablar de puntos de interés turísticos, recomendar direcciones, cómo llegar, etc. Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera al dedillo.

De vez en cuando leo relatos de viajes escritos por blogueras que, invitadas por las oficinas de turismo y otros protagonistas del sector turístico, narran de manera muy bonita lo qué les ha gustado de tal o tal sitio, cuentan sus experiencias. Pero eso de ser autora de una guía de viajes es otra historia.

Evidentemente, una guía de viajes tiene ya un amplio corpus de información pero hay que actualizarlo constantemente. Y eso, reclama mucho mucho mucho mucho trabajo. De hecho, es un trabajo monumental, con sus partes más bonitas y sus aspectos más tediosos.

Si ya lleváis un tiempo siguiéndome, imagino que visteis el verano pasado el hashtag #nuevoproyecto2016 con el que etiqueté las fotografías que tomaba a lo largo y ancho de mis andanzas por las islas y que compartí en Facebook y en Instagram. Porque como habréis adivinado, dije sí a Petit Futé.

Autora guía de viajes Petit Futé : Baleares 2016Autora guía de viajes Petit Futé : Baleares 2016

Ser autor de una guía de viajes : la trayectoria

Desde que me contactaron hasta que empecé realmente el trabajo de campo pasó muy poco tiempo. Los intercambios con Petit Futé se encadenaron rápidamente y tuve que resolver el tema de la conciliación familiar. Ya tenía, a título personal, varios viajes previstos a las Islas Baleares por lo que lo arreglé todo sin demasiado problema. PrincesaThelma podía quedarse en casa de mis padres mientras yo trabajaba para PetitFuté y, por ende, seguro que mis viajes ya previstos sentaron bien a las arcas de la editorial.

Realicé el trabajo de campo en dos veces :

Mallorca y Menorca

Julio y agosto me sirvieron para investigar en Menorca y en Mallorca. Menorca no me supuso ningún problema, visitaba los lugares según mis disponibilidades (y mis otros proyectos en curso), me tomaba el tiempo para hablar con la gente, comprobaba si era interesante o no para un establecimiento aparecer en la guía, puesto que, por ejemplo, los hoteles que trabajan únicamente con operadores turísticos no tienen ningún interés en aparecer en una guía de viajes.

Para Mallorca me desplacé a finales de julio, más o menos 8 días y más de lo mismo. Tuve la oportunidad de alojarme en un hotel encantador en pleno centro de Palma, es el Hotel Palau Sa Font y tanto el edificio como el estilo como lo amables que son las chicas que ahí trabajan hacen que la estancia sea magnífica. Pasé tres días en Palma, la capital, comprobando lugares y datos, me paseé con los ojos bien abiertos y un cuadernillo bajo el brazo para anotar todo todo todo todo y poder, por la noche en el hotel, pasar a limpio el trabajo realizado durante el día. Después, cogí un coche de alquiler y recorrí todo el noroeste de la isla, la famosa Sierra de Tramuntana (y pensé que moría mientras cruzaba esa carretera tan sinuosa al volante de mi pequeño Peugeot). La Sierra de Tramuntana y sus calas y pueblos con encanto : Valldemossa, Sóller, Banyalbúfar, Deià…, hasta llegar a Pollença donde me quedé un par de días para recorrer la zona de la bahía de Alcúdia y alrededores.

Ibiza y Formentera

Fue en una segunda tanda que me dediqué al trabajo de campo en Ibiza y Formentera. Esta vez me fui de Nantes a finales de septiembre pero antes pasé por Menorca para dejar a la niña con mis padres. Fueron bastantes los aviones que cogí en 10 días puesto que no hay enlaces directos Menorca-Ibiza y hay que hacer Menorca-Mallorca-Ibiza. Menorca e Ibiza forman parte del mismo archipiélago pero por razones históricas y de transportes son dos islas que apenas se conocen.

Descubrí una Ibiza blanca y azul, bonita, muy bonita. Un final de septiembre bullicioso, sin duda alguna, más gente que en Menorca. La gente tiene la imagen de una Ibiza de fiesta y de lentejuelas. Es cierto, hay algo de eso pero también hay la Ibiza rural con recónditos lugares espectaculares. Recorrí la isla, en coche, carreteras con curvas, también. Aproveché para reencontrarme con mis excompañeras de trabajo en Bruselas quienes me enseñaron la Ibiza verdadera, una isla profundamente mediterránea. Ibiza tiene una población muy mezclada, los autóctonos se mezclan con los extranjeros que llegaron a la isla hace ya muchos años y a la vez con los turistas que descubren la isla por vez primera. Uno de los hoteles donde tuve el inmenso placer de alojarme fue la Hacienda Na Xamena, un hotel de lujo que ha acogido a muchos famosos internacionales.

¡Y luego Formentera, indiscutiblemente la perla de las Baleares! Pequeña, coqueta, auténtica, un turismo realmente slow y unos paisajes de ensueño.

Autora guía de viajes Petit Futé : Baleares 2016

Ser autor de una guía de viajes : la organización

Como ya he mencionado más arriba, siempre se tiene que tener a mano un papel y un lápiz, un cuadernillo y un bolígrafo para poder anotar todos los detalles que os dan, las informaciones, los posibles cambios de recorrido de un camino y por qué no el estado de las carreteras, los horarios de apertura de los establecimientos, los productos que se pueden comer en un restaurante y un largo etcétera. Después, cuando se tiene acceso al ordenador y a Internet, hay que entrar todo eso en el planillo (en edición, un dibujo esquemático de las páginas de la publicación colocadas en sucesión y con los elementos principales que afectan a la producción) y eso es un trabajo de hormiguita, hay que ser meticuloso y paciente.

Hay que destacar también un aspecto nada menospreciable : la soledad. Voilà, hay que saber que durante el trabajo de campo vais a estar solos. Evidentemente, no se trata de un aspecto técnico del trabajo pero puede ser cansino. A mí no me costó demasiado puesto que se trataba de un destino familiar aunque tuve un poco la sensación de ver millones de cosas bonitas sin poder compartirlas y eso es una lástima. Al mismo tiempo, también puede ser la ocasión par reencontrarse y hacer un poco de introspección.

Ser autor de una guía de viajes va más allá de ese trabajo de campo, hay que continuar en casa algunos meses más. Me gustó poder aportar mis ideas y añadir algunos encartes sobre historia, literatura o sobre películas que han sido rodadas en las Baleares. Me gustó también entretenerme y pasar tiempo en la sección « Découvertes » de la guía sobre el modo de vida, las artes, la cocina balear, la cultura, las fiestas… El trabajo de redacción es mucho más ameno que lo de entrar datos como los horarios de apertura, etc.

Me gustó aportar a la guía un color distinto  y plasmar en ella la idea de que las islas son mucho más que sol y playa !

Viajes

La pequeña Formentera

Es pequeña, bonita, azul, blanca y color arena. Es tranquila pero llena de vida. Te abraza, te agarra, te libera y te salva. Te transporta, te da que pensar, te hace sentir feliz, solo en el mundo, o quizá no. Te pone los pies en la tierra después de haberte embarcado lejos allá en el cielo.

Ella, Formentera. La más pequeña de las Islas Baleares. Un día soleado de finales de septiembre, cuando las nubes de buen tiempo van y vienen. Cuando el cielo cambia de colores y que los reflejos dorados del sol vienen para hablarte y te susurran date prisa acaríciame que pronto me voy a esconder.

A unos 30 minutos en barco de su hermana mayor, Ibiza (Eivissa). Y durante esa travesía empezar a soñar con los chiringuitos y los puestecitos de hippies, con las casitas blancas, las bicis y la gente sin problemas, o al menos eso parece. Nada más y nada menos. Pocos habitantes al año, unas 10 000 almas que viven tranquilamente y turistas, jóvenes mayormente, que llegan para liberarse a la vez de sus preocupaciones y de sus bañadores.

Natural. Salvaje. Espectácular. Espléndida.

Isla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de FormenteraIsla de Formentera