Princesita acaba de celebrar sus 14 meses hace unos días *. En ese corto periodo de tiempo ya ha viajado 4 veces, sucesivamente a sus 2 meses, 6 meses, 11 meses y 14 meses. En esos cuatro viajes hemos probado varias fórmulas: avión + avión con mamá, avión + avión con papá y con mamá, coche + barco con papá y con mamá, avión directo con mamá.
Estimular el reflejo de succión
El primer viaje, cuando sólo tenía 2 meses, cuando la gente te dice «¿estás segura? es tan pequeñita…» es, sin duda alguna, el viaje más tranquilito de todos. Un bebé puede viajar en avión desde muy pequeñito, no hay un mínimo de «edad o días» para poder montar, tan solo unas pocas compañías no permiten a los bebés de menos de 2 semanas viajar. Si el parto fue sin complicaciones y el renacuajo se encuentra bien, no existe peligro alguno. Simplemente se debe tomar una sencilla precaución: darle de beber, ya sea pecho o biberón, con tal de estimular el reflejo de succión para evitar las molestias en los oídos. Vuestro bebé viajará en vuestro regazo, con un cinturón que se abrocha al vuestro. Debéis saber, también, que para viajar con dos menores de 2 años, muchas compañías obligan la presencia de otro adulto. Princesita, muy tranquilita por aquél entonces, no lloró ni se mostró rara. Todo fue bien.
Hay que ser muy organizada
Hay que ser, también, muy organizada. Tener a mano el biberón, el chupete, el muñequito/doudou, papeles y documentos, puesto que no tendréis más que una mano para coger todo. Aunque hayáis puesto el bebé en una mochilita, no os olvidéis que también iréis cargadas con una bolsa de mano y chaquetas o abrigos si es invierno.
Las escalas…
Lo más duro y más cansino no es el vuelo sino las escalas y esperas en los aeropuertos. Para aligerar ese momento pesado, intentad encontrar carros provistos de sillitas para bebés. Suele haber de dos tipos: con sillas para más grandes y con maxicosi. No os olvidéis tampoco que vuestra inevitable visita a los «baños» será un poco más complicada que de costumbre y que quizá la puerta no cierre bien. Es mejor, entonces, no perder los nervios y mostrarse tranquila y paciente en todo momento.
Casi no hace falta decir que si viajáis acompañada de otro adulto todo resulta más fácil. ¡Cuatro brazos siempre son mejor que dos!
Gente para ayudaros
Cuando viajé con Princesita a sus 6 meses era Navidad. El viaje de ida estábamos únicamente ella y yo, a la vuelta, la presencia del papá facilitó aún más la tarea. En otro artículo (en versión FR) ya os expliqué que quién se encontró mal fui yo y no ella. No fue fácil. Pero claro, es uno de los riesgos que corremos al viajar solas. Pero no os preocupéis, las azafatas y stewards os ayudarán en todo momento. En los aeropuertos también hay agentes de información que os pueden echar una mano, y también hay farmacias. Al sentirme indispuesta, en ese viaje, la pequeña y yo nos pasamos las horas de espera en el aeropuerto de Barcelona sentadas estratégicamente entre un punto de información y una farmacia. Por suerte, no necesité ir, pero fue una forma de sentirme más segura.
Fases de despegue y aterrizaje
Mi tercer viaje a solas con mi pequeña fue un vuelo directo Nantes-Menorca, ¡qué delicia!. Esperas un rato, te montas al avión, te bajas y ya estás en tu destino final! Lo «menos bueno» de este viaje es que un bebé de 14 meses que ya anda y que quiere descubrir todo, no tiene ganas de quedarse sentado y menos aún cuando TIENE LA OBLIGACIÓN de sentarse, como ocurre para las fases de despegue y de aterrizaje. Tuvimos que hacer 40 idas y venidas a lo largo del (estrecho) pasillo y la cosa es un poco «soy el centro de atención, sonría, una cámara le está filmando!» y es que claro, un bebé normalmente hace reír y la gente entabla conversaciones.
En cochecito hasta el avión
Aviso también a las mamás que viajan solas en avión con un cochecito de bebé. Lo probé. Los cochecitos los puedes guardar hasta pie de avión pero mejor saber que tendréis que plegarlo para meterlo en el pórtico de control. Y es ahí, cuando os daréis cuenta de que necesitáis la ayuda de alguien. Intentad, sino, poner a vuestro bebé de 14 meses (por ejemplo) en el suelo mientras os ocupáis del cochecito, si nadie lo vigila os aseguro que habrá recorrido el aeropuerto entero! Lo mismo tendréis que hacer para recoger el cochecito y abrirlo y una tercera vez cuando lleguéis al avión. Si no pedís ayuda para que alguien retenga al bebé, quizá este desaprezca o se escurra por alguna de las aberturas de los fingers!
Esos son, pues, algunos truquitos para que el viaje en avión de mamá y bebé sea lo más plácido posible!
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* Artículo escrito originalmente en francés en fecha de 25-07-2014