En otra ocasión ya os expliqué cómo lo hacemos en casa para crear situaciones que nos permitan hablar en la tercera lengua de la niña de una forma totalmente natural.
Antes de adentrarme en este artículo, me gustaría recordar que nunca nos hemos metido presión. Igual que hice para el embarazo, siempre he querido evitar leer muchos libros sobre bilingüismo. Si actúo de esta forma es porque, de algún modo, quiero protegerme: me conozco y sé que es mejor no dejar que factores y voces externas acaben perturbando mi equilibrio. Aunque cierto es que tengo una formación en lenguas y en lingüística y, por consiguiente, algo conozco sobre el tema, prefiero dejar que las cosas fluyan de manera natural.
No ponerse obligaciones ni condiciones, no fijarse horarios ni deberes y, simplemente, dejar fluir…esa es, para mí, una de las mejores formas para adquirir las lenguas en casa cuando crías a un niño bilingüe (o trilingüe). La única obligación es QUERER.
Pequeño recordatorio del uso lingüístico que hacemos en casa
¿Qué pasa con esa tercera lengua?
Mi objetivo es que Thelma crezca y adquiera un español natural y corriente como si en vez de vivir aquí viviera en mi región de origen, las Islas Baleares: donde el español tiene un estatuto de co-oficialidad con el catalán, donde los niños aprenden, muy a menudo, esta lengua en la calle y en el cole, donde estos mismos niños están en contacto con medios de comunicación en español, con el vecino que quizá sea de lengua castellana o con el profe de música que seguramente venga de la península y también hable castellano aunque entienda perfectamente el catalán…
Para ello utilizo este idioma con y a través de los momentos de juego y de distensión. Varias son las estrategias que llevamos a cabo desde que nació:
– Trapitos y muñecas hablan español (exclusivamente);
– Las canciones infantiles son en español (algunas también en catalán);
– En casa tenemos muchos (pero muchos) más libros infantiles en español y en catalán que en francés;
– Los dibujos animados (Peppa Pig, Dora, Caillou, Doctora Juguetes, Teletubbies, El reino de Ben y Holly, Las tres mellizas, Teo, Babar) siempre son en español (exclusivamente). La niña nunca mira dibujos animado en los canales de la televisión francesa. O bien compro los DVD o bien lo mira por Youtube.
Tenemos la sensación que este verano su español ha progresado bastante. Como acabo de explicar anteriormente, los niños, en Menorca, tienen tendencia a jugar en español. No sé explicaros muy bien por qué pero siempre ha sido así. Aunque nuestras familias sean de habla catalana, los niños hacia los 4, 5, 6 años, cuando empiezan con los juegos del escondite, del pilla-pilla, a maestros y a doctores… pues se meten en el papel de unos personajes que chapurrean el español. Suponemos que prestó esta costumbre de los niños con los que jugó en la plaza del pueblo todo el verano y ahora hace lo mismo en casa. Juega al supermercado y cuenta el dinero en español, dice «buenos días» a la señora, etc. Evidentemente, su español no es perfecto pero creo que tampoco es peor que el que hablan los niños allí.
Introducción de las tarjetas-palabra o flashcards
Este mes de septiembre hemos puesta a la marcha otra actividad: las flashcards o tarjetas-palabra (que compré en Linguatoys*) y ¡le encantan! Pasamos un buen rato jugando, sentadas en el suelo y pasando tarjetas, ella me dice el nombre de la imagen que ve, recordamos los colores y los números y construimos frases sin casi darnos cuenta.
Hay mil maneras de jugar con las flashcards. Nosotras, una vez más, improvisamos en función de nuestro ánimo o del tiempo que tenemos por delante… Las tarjetas-palabra se pueden utilizar de formas distintas según la edad o si se trata de una actividad a dos o en grupo.
Algunos métodos (lista no exhaustiva) para utilizar las flashcards:
Para los más pequeños: - Mostrar una tarjeta para que el niño diga el nombre: ¿Qué es esto? - Distribuir las tarjetas por la habitación y dar instrucciones: "ve a la mariposa", "acércate al coche"... - Hacer que cuenten el número de objetos que hay en una misma tarjeta - Asociar los números con las imágenes correspondientes
Para los mayores: - Hacer que deletreen el nombre de la imagen que aparece en la tarjeta - Hacer grupos de tarjetas de una misma familia. Por ejemplo, escuela, niño, mochila y mariposa y que encuentren el intruso. - Dibujar la imagen en un papel, pizarra... y después, pasar rápidamente todas las tarjetas con la palabra escrita y cuando vean la palabra que corresponda con el dibujo que digan "stop" - Clasificar las flashcards por grupos: alimentos, animales, medios de transporte, etc.
Así pues, como podéis ver, las flashcard son nuestro último método introducido para jugar en y con el español. Ya hace un tiempecito que las tenía yo bien guardadas pero creo que ahora, con 3 años, es el momento ideal para ella porque ya es consciente de lo que hace y entiende las instrucciones.
Una lengua no puede nunca ser aprendida o adquirida bajo presión. Una lengua es ganas, sentimientos, cultura, comunicación. Una lengua no es obligación, puntuación, pacto, exigencia.
¿Queréis compartir vuestras experiencias de crianza bilingüe o trilingüe? Pues no lo dudéis ni un minuto, ¡estáis en el lugar adecuado!
*Enlace no patrocinado