Freelance

Mamás trabajadoras, niños de vacaciones

Vacaciones escolares en Francia

Otra vez de vacaciones. Los timbres sonaron, los patios se vaciaron. Francia se ha puesto, una vez más, en modo « vacaciones escolares ».

Cada seis semanas, Francia se ve invadida por un escuadrón de renacuajos que buscan qué hacer de sus quince días libres. Algunos tendrán la suerte de poder quedarse con sus abuelos; otros mejor aún, tendrán un papá o una mamá que también ha podido cogerse unos días de vacaciones; y otros, como es nuestro caso… podrán disfrutar, mal que bien, de una mamá que trabaja desde casa.

Esas son, pues, las segundas vacaciones de invierno de la Princesita. Todavía no tenemos por mano el modo de empleo. Nos falta aun definirlo mejor. Probamos, nos adaptamos, disfrutamos, nos estresamos también, nos reímos, jugamos, le damos a la tecla errónea del teclado, pedimos ayuda… en fin, hacemos lo que podemos.

“Tener vacaciones cada seis semanas” es un modo de vida tan arraigado en Francia que ese fue uno de los aspectos que puse en la balanza cuando pesaba los por y los contra de convertirme en freelance.

¿Pero, realmente, cómo lo vivimos?

Ya lo he dicho: ¡haciendo lo que podemos!

Os confieso que tres días antes del pistoletazo de salida de las vacaciones escolares, empiezo a estresar y a ponerme un poco nerviosa. En mi interior me maldigo por no vivir cerca de mi querida mamá. Sí. Es así. Ella que se ha ocupado de niños en Menorca. Ella con quién me llevo tan bien. Pero tengo que hacer sin mi mamá. Al mismo tiempo, si opté por trabajar en casa, fue también para aprovechar al máximo de mi hija y para estar más presente; eso también me lo repito.

Pero la verdad es que cuando hay que trabajar, cuando hay que pensar en las palabras adecuadas, en la traducción perfecta, etc., pues eso, que una Princesita de 21 meses llena de vida hará todo menos dejaros trabajar tranquilamente. O sea que no me toca más remedio que poner los pies en la tierra y empezar a buscar maneras para ocupar esta Princesita. Y quien dice maneras para ocuparla, dice gente.

No vivo en la ciudad, llegué aquí, a las afueras de Nantes hace unos dos años, o sea que si os digo que conozco muuuuuuchaaa gente seguro que me vais a creer. La familia de ChériGuiri sigue viviendo a 70 km y él marcha de casa a las 6 h 30 para volver a las 18 h. Hay situaciones peores, ya lo sé. Pero bueno, no deja de hacer que tenga que buscar “ayudas” si quiero trabajar un poco y en buenas condiciones.

Las soluciones

1a solución: Lo primero es llamar a la suegra. Pero como soy un poco tímida, siempre me cuesta un poco. Pero lo hago, sí, claro, ahora soy mayor, soy una mamá-freelance-que-trabaja-en-casa. Acepta (claro) venir 1 día a principios de semana y volver el jueves para llevársela, nosotros vamos el sábado a recogerla. Pero eso también me cuesta. Me cuesta dejar que marche. No sé si es porque soy una mamá gallina, si es porque una suegra no es nunca como la propia madre pero me cuesta que se vaya a 70 km. Al mismo tiempo, viniendo de una isla de 700 km², ¡dejarla marchar tan lejos es como si se fuera al fin del mundo!

2a solución: Dos días por semana, se va a quedar en casa y me ocuparé yo misma de la Princesita. Para ello, me levanto temprano, a las 6 h o antes, con tal de tener unas dos o tres horas para trabajar tranquilamente antes de que se despierte. Después, me ocuparé de ella, jugaremos, nos pasearemos, etc. Por la noche, si no he cumplido con mi deber, me pondré de nuevo al trabajo, mientras el papá se ocupa del baño.

3ª solución: Confiar la Princesita a los amigos. Esos nuevos amigos de los que os hablaba el otro día. Esos amigos que en principio son los amigos de ChériGuiri pero que con el tiempo se convierten en mis amigos. Eso será una novedad para las vacaciones de febrero de 2015.

Y de momento, no avisto otras soluciones. Sé que cuando crezca, cuando se vaya haciendo mayor, las cosas cambiarán. Pero por ahora no puedo (mi corazón no puede) dejarla marchar una semana entera a casa de los suegros a 70km, ¡demasiado lejos para mí!

Ocupar los niños durante las vacaciones escolares en Francia
Hablé de las mamás freelance que trabajan en casa porque es lo que conozco mejor pero sé que es tan difícil o más para cualquier otra mamá trabajadora. ¡Así es! En Francia, las mamás se convierten en profesionales de la organización durante las vacaciones escolares… o sea, cada seis semanas!
Web

Ser bloguera sin tener calendario editorial

Estoy en la blogosfera desde hace ya un tiempecito.

Y no me acuerdo de haber oído hablar, cuando yo empecé (2008) de términos como “línea editorial” y “planning / calendario editorial”, para no hablar de otras nociones como “content marketing” o “estrategias de contenido” que se refieren más bien a blogs profesionales o al contenido de empresas.

Aunque Les mots de Marguerite tenga algo que ver con mi oficio, no lo considero un blog profesional.

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Echemos la vista atrás

Cuando abrí este blog estaba trabajando como Responsable editorial de contenidos online (2007) para una start-up francesa. Eran los inicios del Web 2.0 y en Europa las profesiones de community manager y todo lo que tiene que ver con social média no eran aun demasiado conocidas. Facebook dio el salto al público en 2006 y necesitó un poquito de tiempo antes de cruzar el charco. Las empresas también necesitaron tiempo para adaptar sus empleos y rendirse ante la evidente importancia que estaba cogiendo la comunicación vía Internet, tanto para su imagen como para su rentabilidad. Y es que un responsable editorial en 2007 también ocupaba algunas de las actuales funciones de los community manager, sobre todo con la gestión de los foros, supervisión de contenidos, etc.

Ser siempre los mejores

Todo eso para deciros que sigo el mundillo de la blogosfera desde hace ya un tiempo. Y me he dado cuenta de que desde hace dos años (aproximadamente) los blogs que hasta el momento considerábamos como personales, se están queriendo profesionalizar. Y no me refiero a la monetización de los blogs, etc., hablo más bien de las estrategias que cualquier bloguero de a pie estamos intentando instaurar para llegar a más gente, más lejos y subir en los rankings.

Y no es que sea algo malo, no. Más bien demuestra que como seres humanos queremos avanzar, aprender, tirar para adelante y vivir acorde a los tiempos que corren. Demuestra también que sabemos adaptarnos y que queremos ser competitivos.

No tener calendario editorial

Pero yo no consigo plegarme a todas esas condiciones. Por ejemplo, no consigo tener un calendario editorial. Nunca he podido. Antes porque apenas sabía lo que era, excepto para los blogs muy especializados: moda, belleza, niños… pero no para esos blogs que ahora llamamos «Lifestyle», término muy amplio en el que caben tantos aspectos de la vida, una verdadera caverna de Alibaba…

Como blog lifestyle, escribo en función de lo que me apetece, del humor del momento, de mis experiencias, de mi día a día, de mis actividades. Es para mí algo muy complicado saber con antelación qué tema me gustará tratar el día N+2 o el día N+4… Imposible. Y eso que en épocas de vacaciones he intentado programar mis artículos. Pero se me hace difícil. Mi escritura es algo improvisada, una improvisación pensada pero improvisación.

No soy, pues, una bloguera organizada. Todos esos cuadernos que existen para anotar calendarios con los temas de los artículos y las fechas no son para mí. Cierto es que suelo tener un post-it pegado en mi agenda (de papel) con ideas de temas aunque muchos de ellos no verán nunca la luz. Las herramientas de organización y calendarios editoriales los dejo para mi ámbito profesional, para las tareas que debo realizar para mis clientes y para los posts a publicar a nombre de sus empresas… para eso sí, para eso tengo un calendario editorial.

Pero mi tarrito de caramelos funciona de otra forma. Es como ir al mercado y decidir el menú del día en función de los productos frescos que venden en los puestos…

¿Y vosotros, lleváis a rajatabla un calendario editorial o sois más bien de escritura improvisada?
Lifestyle

Cambio de diseño para el blog

blog les mots de marguerite

No os podéis imaginar hasta qué punto me siento hoy contenta de poder ofreceros este nuevo diseño. Estoy contenta cuando veo el camino que este pequeño blog ha recorrido desde sus inicios. Sola en la habitación parisina de un bonito piso hausmaniano, cuando los primeros rayos de sol de 2008 empezaban a cosquillear. Un primer blog que abrí en overblog para poder escribir textos literarios, pensamientos, temas de actualidad. Poco a poco, el blog empezó a coger confianza, a mi imagen, supongo. Encuentros virtuales. Sonrisas compartidas. Ganas de ir más lejos. Pero también hemos conocido periodos de crisis, cuando desbordada por un trabajo nada satisfactorio, no tenía tiempo ni para escribir cuatro líneas, para acudir aquí, a mi “hogar estable” como digo en el apartado Sobre mí… Y de repente, un día, este blog creció. Y se mudó a wordpress.com. Cambio de plataforma, cambio de estatuto, por fín me convertí en freelance, me convertí también en nantesa, aprendí a juguetear con los diseños, a hacer algunos apaños simpáticos, a mi guisa, autodidacta, como buenamente podía.

Pero a ella siempre la tenía en mente. De vez en cuando nos decíamos hola, algún que otro email, algunos Me gusta. Lo tenía muy claro. Sabía que en cuanto tuviera los medios para hacerlo, sería a ella a quien le confiaría mi tarrito de caramelos, mi blog, mi “hogar estable”. Hace pues algunos meses, en septiembre 2014 le propuse diseñar, crear y trabajar para mi blog. Aceptó. Ha habido tiempo para todo. Nos reimos. Enseguida captó lo que quería, lo que yo imaginaba para mi blog, mis colores… Ella se llama May, del blog Vie de Miettes, la dulce May, la hada, la maga del diseño. Y así lo ha hecho. Ha cosido y recosido. Ha inventado, integrado… Yo he escrito y reescrito, imaginado los apartados y subapartados. Nos peleamos con las categorías. Todo eso para ofreceros un blog limpio, con mejores prestaciones, más ergonómico también. Novedades hay bastantes, os las dejo descubrir. Pero quizá una de las más importantes sea que de ahora en adelante, Les mots de Marguerite es un blog multilingüe. Arriba a la derecha encontraréis dos botones para elegir si queréis leer en francés o en español. Antes de dejaros, quisiera también dedicar unas palabras a mi tío Damià que como buen fotógrafo profesional que es ha realizado estas fotos de mí… (¡eso también es una novedad!). Una pequeña sesión bien divertida entre dos trozos de turrón… por cierto, también fue él quien nos hizo nuestras fotos de boda, que podéis ver por aquí!

Y ya nada más que añadir. El blog retoma pues su vida normal. Besos para todos, es siempre un placer para mí compartir con vosotros mis palabras, les “mots” (en francés) de Marguerite! (Margarida en la vida real!)

¡Gracias mil May, gracias “concu” Damià, gracias Arnaud alias ChériGuiri, … gracias a todos, lectores y lectoras!

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