Free lance es un poco como ser madre primípara dos veces
Se empieza por los primeros pasitos justo después de las primeras dudas. Siempre lo he dicho: trabajar por cuenta propia, de autónomo, free lance… se asemeja un poco (o mucho) a dar a luz y educar un hijo, sobre todo un primer hijo. Y si estoy convencida de ello es porque mis dos aventuras se realizan en paralelo, al unísono, en sincronía. Y sin duda alguna es también por ello que pongo tanto empeño en que todo salga bien.
Me convertí en madre de una niña en mayo de 2013. En septiembre de 2013 senté las bases de mi actividad, en enero de 2014, obtuve mi número de «auto-entrepreneur» (lo que equivale a autónomo en Francia). Las cuentas salen rápidamente, PrincesaThelma tiene 2 años y medio y me empresita Artilingua tiene 2 años y unos días.
Y me encanta contemplar a estos dos bebés. Ver como andan, como bailotean, como viven. Y eso, evidentemente, con su lote de buenas cosas pero también de quebraderos de cabeza. He tenido un bebé más bien fácil y creo, en el fondo, que son dos los bebés fáciles que tengo entre manos. Y una sonrisa se me dibuja.
Cuando nos convertimos en madres primerizas estamos encantadas, tenemos unas ganas locas de empezar la aventura, de acariciar la carita. Pero a la vez tenemos miedo. Porque hay que aprender, andar a tientas, comprender…
Es pues por eso que desde hace 2 años y medio aprendo, tanteo, intento comprender a PrincesaThelma pero también a Artilingua.
¡Y a este nombre, Artilingua, le siento mucho cariño, mucho!
Buscar un nombre para la actividad profesional que uno monta es algo simpático y divertido. Es algo bastante personal y a la vez comercial por lo que uno tiene que sentirse a gusto con esa «palabreja». En Artilingua encontramos «arte» y «lingua» porque me pareció una buena manera de mostrar mi amor por las palabras, las bellas, las bonitas frases…una lengua ideada y pensada para que sirva de herramienta de comunicación y a la vez un lugar para bailar!
Tengo varios dichos que sirven de bandera a mi oficio pero, ante todo, me ayudan a que nunca me olvide de por qué lo hago, por qué elegí este oficio:
⇒ Acariciemos las palabras para que bailen las lenguas
⇒ Una lengua es un TODO: sin las lenguas no viajaríamos, no nos comunicaríamos, no avanzaríamos
⇒ Sin las lenguas, no existiríamos y nuestros proyectos permanecerían adormecidos para siempre
Estoy en contacto con las lenguas desde siempre. Para empezar porque nací y crecí en una región bilingüe con co-oficialidad de idiomas. Muy pronto entendí que las lenguas eran, para mí, mucho más que una herramienta y que representaban más que ser esa parte intrínseca del ser humano (que lo diferencia de los animales). Para mí, las lenguas son también forma, colores, sentimientos, emociones, letras que juegan, cultura, poesía, canciones infantiles, negociaciones, respeto del otro, bellas imágenes (sí, sí, porque detrás de cada bella imagen se esconden palabras), matices, caracteres…
Una lengua, las lenguas hay que mimarlas mucho. Las lenguas y las palabras deben estar ahí para ayudarnos y no al revés (¡intentad sino poner bonitas palabras en vuestro día a día y veréis como todo puede cambiar!)
Voilà las razones por las cuales Artilingua es un nombre que me encanta. Y bueno, como por Thelma, Artilingua se pronuncia fácilmente en mis tres idiomas.
Supongo que esperáis un balance de mi experiencia como autónoma, ¿verdad?
Ya sabéis que a mi eso de los balances no se me da muy bien, sobre todo si se trata de balances contables (¡no es por nada si llevo ya una hora hablando de letras, de palabras y de lenguas!) Pero bueno, sí, os lo voy a hacer este balance y de manera rápida: estoy contenta, satisfecha, la línea (de ingresos) sigue en constante progresión.
Ya os he explicado en otros artículos sobre mi vida de free lance que no podría haberme lanzado sin un apoyo. No, no habría podido puesto que habría estado muerta de miedo. Miedo de morir de hambre. Soy sincera. No soy rica, no vengo de una familia que haya heredado una fortuna. Por eso, para mi era demasiado arriesgado (por mi manera de ser: ordenada, organizada y previsora) lanzarme así así a lo loco. Si lo hice fue porque desde hace ya un tiempecito tengo un amor de ChériGuiri asalariado que gana su vida y que, sobre todo sobre todo sobre todo, siempre ha querido que me sienta realizada profesionalmente. Para nosotros, Artilingua es un proyecto de vida, evidentemente también con unos objetivos económicos.
Dejé un contrato indefinido parisino para reunirme con el que hoy es mi marido. Llegada aquí estuve unos meses trabajando a distancia como Responsable editorial para la misma empresa parisina (sector de la comunicación Web) y luego pasé dos años como profesora vacante en un instituto privado concertado. Y a día de hoy os puedo decir que ya logré el mismo sueldo que tenía como profesora sustituta y que trabajo menos horas (¡muchas menos!), que puedo organizarme como quiero, coger un avión cuando quiero, tengo más tiempo (sin estrés y de calidad) para mi familia y (muy importante) sonrío todas las mañanas! O sea que para mí eso ya es un logro, un éxito! No, todavía no he llegado al máximo de lo que permite el estatuto auto-entrepreneur -llegado el caso, uno tiene que convertirse en empresa- pero mi volumen de negocios para este año 2016 es ya, en el mes de enero, más alto que el realizado en 2015 y, evidentemente, que el de 2014.
√√ Llegados a este punto del artículo me gustaría hacer un inciso sincero y abrir un pequeño paréntesis (si se puede considerar como tal) para decir que no tenemos que creernos todo lo que vemos(leemos) en nuestras pantallas. Algunos pueden pensar viendo lo que ven que es fácil, hoy en día, ganarse la vida y trabajar como free lance a través de Internet. Algunos pueden pensar que es una manera rápida de ganar dinero, rápida y fácil. Hay, actualmente, un montón de plataformas dedicadas a los free lances, lo que es lógico cuando pensamos en el mundo globalizado en el que vivimos y si tenemos en cuenta que en algunos países el número de gente que trabaja por cuenta propia va en constante aumento. Pero como en todo, hay plataformas buenas y algunas menos, hay propuestas interesantes y otras mucho menos. Hay gente que dice que gana mucho dinero en poco tiempo lo cual no podemos comprobar si es cierto… Todo eso es un poco como las preciosas imágenes de Instagram, esas que hasta dan ganas de mordisquearlas de tan bonitas que son con todo siempre ordenado y arreglado. Sí, me lo creo pero siempre añadiendo algunos bemoles y matices. Voilà. Por lo que a mí se refiere siempre digo que soy como una hormiguita que trabaja trabaja trabaja y que todos los días se repite aquello de que de las bellotas nacen los robles.
Servicios distintos pero mismo hilo conductor
Una vez tuve claro lo de lanzarme como free lance, lo más natural habría sido pensar en ofrecer servicios de traducción y basta. Pero me dije que no, que la traducción a solas no funcionaría y que tampoco me encantaba la idea de pasarme las horas realizando la misma tarea. O sea que pensé enseguida en la redacción (también llamada copywriting) y en el community management. Porque en el fondo es todo eso lo que llevaba años haciendo como asalariada. Y eso, sin tener en cuenta las traducciones realizadas con DA (Derechos de Autor) y la redacción de crónicas y artículos para periódicos versión papel. En cuanto a los de community management, pues bien, es también lo que estuve haciendo durante mis años de Responsable editorial, aunque en aquél entonces se hablaba más bien de moderadores…
Y me encanta eso de alternar entre estos tres servicios: no hay rutinas, los temas son variados. Pienso también que los clientes aprecian ese aspecto «todo en uno» que ofrezco: Artilingua puede traducirnos nuestras páginas, webs, documentos, encargarse de la comunicación y la gestión de las comunidades en el otro país y a la vez alimentar con nuevos contenidos.
Sin olvidarme de las horitas en la Facultad de Lenguas y Culturas Extranjeras de Nantes, donde enseño la traducción y donde intento, sobre todo, hacer hincapié en ese amor por las lenguas.
¿El hilo conductor? La unión entre el aquí y el allí, entre lo francófono y lo hispánico. Y encontrar siempre las palabras justas, esas que son bellas pero también contundentes tanto para los unos como para los otros.
¿Os dais cuenta? Estoy enamorada de mi PrincesaThelma pero también de mi bebecito Artilingua y no voy a dejar de ocuparme de ellos, de adaptarme a cada evolución, a cada etapa de su vida, a cada nueva necesidad.
Me apetecería acabar este artículo con algunas palabras dirigidas a todos, cualquiera que sea nuestro oficio: hagamos que nuestro trabajo nos produzca felicidad, hagamos que ese pan nuestro de cada día sea lo más comestible posible porque la vida es única y nosotros también! A cada uno sus ilusiones, sus ambiciones, sus necesidades, sus modos de vida pero cada uno tiene que sentirse BIEN, simplemente BIEN!
Y os dejo con algunas fotos de mi oficina. Os confieso que siempre me quedo en estado de admiración ante esas fotos que circulan de las blogueras y de toda esa moda escandinava u otra, me encantan pero también siempre me pregunto si las (no menos bonitas) sillas están hechas para quedarse ahí sentado algunas horas del tirón… Seguramente vaya a cambiar, relativamente pronto, de oficina, ya lo probaré y os digo, ¿vale? De momento, ese es el mío, tal cual, tan sólo he añadido un poco de luz porque la muy mona se hace escasa en este mes de febrero!
¡Y, sobre todo, gracias mil a todos aquellos que habéis llegado al final de este tocho!
Margarida