Internet me ha dado, en numerosas ocasiones, bellas sorpresas. Y esa fue una de ellas. Acabábamos casi de mudarnos, estábamos entrando de lleno en esa etapa que he decidido llamar síndrome postconstrucción, bastante agotados de todo… y de repente, una de esas buenas almas que se pasean por las redes sociales me avisó por tweet que la fotógrafa Alexandra Beal estaba buscando una familia en Nantes con uno o dos hijos para una sesión de fotos urbana.
Entré en contacto con la fotógrafa, intercambiamos algunos emails y pam, ¡fuimos los elegidos!
Unas semanas más tarde, el primer domingo de marzo muy temprano, cuando el invierno llega a su fin pero en una mañana muy, muy fría y lluviosa, con un cielo encapotado (así, muy bretón) y muchísimo viento, llegamos al lugar acordado con la fotógrafa.
Fueron tres horas estupendas. Alexandra, en su web La danse de l’image dice que…
¡Fotografío los instantes, atrapo vuestras risas y sonrisas con purpurina y confeti!
Y os aseguró que es exactamente así. Llega con su dulzura, se hace súper discreta, enseguida te olvidas de su presencia y además, tiene confeti y purpurina de colores! Vamos, un terreno de juego ideal para Thelma que se lo pasó en grande.
Una sesión al natural muy Made in Nantes
Además en una zona muy bonita de Nantes, la zona de las Machines de l’Ile, con el río Loira de fondo, la antigua zona de los astilleros completamente transformada hoy, donde hay el conocido Elefante de Nantes. Estamos encantados con el resultado.
Fotos de familia sinceras y naturales, nada de maquillaje superfluo, nada de peinados raros (¡encima con un vendaval y una llovizna muy ideales para mis rizos… ), nada de atuendos extraordinarios. No, simplemente nosotros con nuestros lados bonitos y también nuestras imperfecciones. Alexandra sabe captar esa esencia que hace única cada familia…