Nacida bajo el sol de la isla de Menorca, en España.
Me enamoré de la lengua francesa cuando era una adolescente. Quise conocer Francia y Bélgica. Lo hice y me quedé, un poco, mucho. Idas y venidas. Estancias en Barcelona y en Montpellier, en Lorient y en Madrid, en Bruselas y también en Paris. Y un día, el amor tocó a mi puerta, motivo por el cual hoy vivo en Nantes.
Las lenguas han sido el hilo conductor de mi historia, son mi vida y mi fuerza. Tras empezar mi carrera como intérprete y traductora para las instituciones en Bruselas, en 2013 decidí crear mi propia empresa y labrarme mi camino como intérprete y traductora autónoma. Cuando me queda algo de tiempo, también acompaño a familias en el bilingüismo simultáneo precoz de sus hijos, es mi side project, como se dice en inglés.
Me gusta mi Menorca y mi Bretaña, las palabras, las imágenes tiernas y los tutús, mi familia. Soy una chica, mamá, entusiasta en la vida y en el trabajo.