Inspiration

La mirada del extranjero

Hace ya años, no me acuerdo cuántos, unos cinco o seis, probablemente, leí mi primer libro de Antonio Muñoz Molina, Ventanas de Manhattan, y me gustó. Me acuerdo también, que había conocidos que lo estaban leyendo en el mismo momento y no les gustó. A mi sí. Supongo que seguramente me enganchó porque, a pesar de las infinitas y tediosas descripciones, el libro aborda el tema de la adapatación de los extranjeros en su ciudad de llegada. El nuevo habitante que se convierte en actor y observador al mismo tiempo de un nuevo ritmo de vida, que va descubriendo poco a poco cuando se adentra en las entrañas de la gran ciudad.

En la época, ese pequeño fragmento que adjunto aquí abajo, me inspiró esas palabras:

Antes de irse de la ciudad ya cuenta que siente hacia ella la misma nostalgia que si la recordara (…) (p.76)
Un extranjero tiende a situarse por instinto a una distancia confortable de las cosas: las que suceden en su propio país le quedan lejos, o no se entera bien de ellas, y las que tiene muy cerca en otro país donde vive transitoriamente le pueden interesar mucho, apasionarle a veces, pero no le duelen en el estómago (…) (p.116) (A. Muñoz Molina, Ventanas de Manhattan)

Interés por lo suyo y curiosidad acentuada por lo de los demás. Querer saber sin conocer y conocer sin saber exactamente. Juego de contraposiciones, de sentimientos ambiguos que remueven las entrañas de nuestro cuerpo y corazón, sin llegar a la obsesión; simplemente, creando una bonita e incluso agradable inquietud que a su vez favorece mayormente el seguir caminando. Caminando por ese sendero personal e intransferible pero que se dibuja y desdibuja paralelamente a esas rutas ya trazadas en nuestras vidas, las que siempre nos acompañaran dondequiera que estemos: aquella a la que siempre podremos guiñarle un ojo cuando falta nos haga y la otra, a la que sabemos que un día vamos a volver.

Pero volver es empezar de nuevo. No por olvido ni por falta de memoria sino por cambio. La transformación, los pequeños matices que moldean a la persona y que se han encontrado sin haberlos buscado.